lunes, 3 de mayo de 2010

Itinerancia dadaísta


Tuve la oportunidad de asistir a una de “las itinerantes fiestas dadá”, así denominadas por quienes las organizan en reconocimiento al dadaísmo, un movimiento político y cultural, previo al surrealismo. Algo de la rebelión que conlleva este término tienen estos encuentros de la contracultura, como alternativa a los boliches que, más aún después del incendio en Cromagñón, incrementaron sus controles, más que nada como medida de adorno. Matías, uno de los organizadores, hace inca pié en el hecho de renombrar este tipo de eventos llamados clandestinos, un término que puede ser utilizado para criminalizar y hacer ver mal todo lo que es “under”. Y no deja de mencionar que en cualquier boliche “legal” se sigue viendo y generando la misma violencia perpetrada no sólo por patovicas que pegan y matan, sino también por la bebida de mala calidad que se vende y las drogas que corren y dejan correr.

La idea de las fiestas dadá principalmente es dar lugar a bandas y artistas independientes con ideología propia para que puedan expresarse en un marco de comunicación y difusión de otra cultura.

El sábado en la parrilla Los hermanos de Villa Urquiza, tocó Academia Musical Barreda, unos chicos que se vinieron de Ramos Mejía para hacer música de variados estilos y con el toque especial del cantante con peluca rosa. Reggae dub, ska, hip hop, dancehall, drum and bass e indie, un poquito de retro y electropop son los estilos que se suelen escuchar.
El próximo viernes tocarán Vinolencia e Hiperimpulso y el sábado Hoy somos duendes, 13 h ska y la Orkesta Alkaloide, ambos días en Florida al 300, casi esquina Corrientes y es gratis. Preguntar por ahí es la consigna.

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