sábado, 29 de mayo de 2010

Un gatillazo en la frente de todos los caretas


Gatillazo se presentó el sábado 22 de mayo en el Estadio Cubierto Malvinas Argentinas. El lugar, una joya para ver recitales de rock con buena acústica y de cerca. La banda de punk rock liderada por Evaristo Páramos, ex cantante de La Polla Records, tocó dos horas seguidas casi sin parar entre tema y tema con un par de cortes de dos minutos. El lugar era una caldera y el público hervía, sobre todo teniendo en cuenta que se estaba presenciando a una leyenda del punk en vivo y en directo.
Evaristo, con sus críticas, insultos y ataques a los punks “caretas” no dejó por un segundo su sarcástico personaje desde el cual aprovecha para c@g@rse un poco en todo desde el escenario. Porque algunos son gilipollas para él y no lo calla. Como cada vez que se golpeaba la cabeza ironizando la estupidez de algunos espectadores que con los ojos brillando le gritaban “¡Evaristo, Evaristo!”, como lo haría cualquier fan de Ricky Martin.

A pesar de todo lo que representa esta movida anti-sistema, el lugar del concierto no era lo más propicio ante tales circunstancias: nada de cerveza y mucha seguridad y control, algo que muchos podrían definir como “careta”. A esto se suma el precio de la entrada: un Roca. Un precio bastante sistémico. Pero bueno, vinieron desde España, era una oportunidad que quizás no se vuelva a repetir.

Como bandas soportes estuvieron Mal Pasar, Sepulcro Punk, Rolo & Los Fucking Adictos y Superuva. Gatillazo comenzó a tocar alrededor de las 21, hizo pocos temas de La Polla, pero recuerdo en especial Carne pa’ la picadora donde el pogo se volvió más poguero que nunca, igual que en Odio a los partidos.

Pero más allá de la potencia que emanaba de las guitarras, el bajo y la batería, el premio mayor se lo lleva Evaristo. El tipo es un actor y se nota que le encanta subirse a ese caballo para decir todo lo que tiene para decir y que lo escuchen todos lo que quieren escuchar esas cosas que no se pueden decir en cualquier lado.
Vale la pena ver sus gestos y expresiones, sus movimientos, su juego con el cigarro y la botella de alcohol mientras canta y hay que prestarle atención a sus retos cuando dice cosas como “Ustedes no entienden nada, antes sí que nos la bancábamos”. No hace más que atacar la hipocresía de esos mismos que la critican y están más en pose que cualquiera. Se merece todos los “¡Evaristo, Evaristo!” de la previa antes de salir al escenario, aunque no le gusten, porque sabe hacer música con total sinceridad.
Un gatillazo en la frente de todos los “caretas”.

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